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La fractura hidráhulica, además de contaminar el agua, causa temblores. Un estudio científico en Estados Unidos culpa a varias explotaciones de fracking de causar más de dos mil terremotos en Oklahoma. El gráfico muestra la incidencia de temblores en esa región, los cuales agravaron sustancialmente con la instalacion de plantas de fractura hidráhulica.
La fractura hidráhulica, además de contaminar el agua, causa temblores. Un estudio científico en Estados Unidos culpa a varias explotaciones de fracking de causar más de dos mil terremotos en Oklahoma. El gráfico muestra la incidencia de temblores en esa región, los cuales agravaron sustancialmente con la instalacion de plantas de fractura hidráhulica.
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Cuando de controlar y administrar se trata, uno puede confiar en que el estado hará su trabajo. Pero cuando se trata de hallar congruencia entre las exigencias por parte del estado y sus acciones; bueno, a veces uno se queda pasmado.

Con una sequía histórica que va ya hacia el cuarto año, California hace poco impuso por primera vez restricciones en el uso del agua. Aunque el estado parece encontrarse en una disyuntiva. ¿Se pone la necesidad de combustible encima de la necesidad de agua?

Y es que el otro peso en la balanza es precisamente la extracción de gas pizarra por medio del fracking (fractura hidráulica), procedimiento que genera contaminación en los mantos acuíferos al inyectar químicos en las rocas del subsuelo, los cuales terminan filtrándose precisamente en el agua que bebemos ahora tan necesaria.

La expansión de esta controversial técnica es lo que supuestamente nos proveerá de energía; sin embargo, las consecuencias de la extracción de combustible a través de ella estando en medio de esta cruda sequía, es vista ya desde otro lente, no solo por los activistas y por la gente preocupada por la contaminación del agua, sino por el estado mismo que en el presente, se vio forzado a cerrar 11 sitios de “inyección” en el Valle Central, que es llamado el “Corazón de la Agricultura” del país por su gran actividad agrónoma.

Pero, ¿Qué hay del resto de las plantas extractoras de gas pizarra distribuidas a lo largo de todo el estado- y del país; muchas de ellas puestas a trabajar en zonas pobladas?

¿Me pregunto por qué ese mismo fundamento -el de la contaminación del agua- no es usado para mejorar la técnica de extracción y dejar de usar la presente? Y si esto no fuera posible, entonces ¿Por qué no buscar erradicarla a toda costa?

Con otras formas de crear energía como la solar y la eólica -las cuales son mucho más limpias y además inacabables-, es imposible no preguntarse por qué el gobierno se empeña tanto en seguir apostando por los combustibles fósiles que desgraciadamente son finitos y bastante contaminantes, no solo a través de su uso, sino también por medio de su extracción.

Esa congruencia que se quisiera ver en nuestro gobierno, aparentemente también es bastante finita.

Con excepción de las 11 plantas cerradas, el gobernador de California Jerry Brown, planea expandir el fracking por todo el estado por medio de cambiar las regulaciones actuales para hacerlas ‘más amigables’ a esta técnica de extracción, esto a pesar de una petición que generó 100,000 comentarios públicos en su contra.

Brown, hace apenas un par de meses, llamó a California “el epicentro del cambio climático” y urgió a otros estados a la acción para frenar el alza continua de las temperaturas que amenazan el futuro del planeta.

Es aquí donde entra la incongruencia. ¿Qué creerá Brown que genera esas altas temperaturas? Obviamente no culpa al uso de estos combustibles, si no, estaría ya haciendo algo por impulsar la energía renovable y poner en desuso la energía fósil.

Es bien notorio que la retórica política y la sequía de congruencia del estado terminan siendo aquí las únicas cosas que nos separan de los cambios reales.

Mándenos sus comentarios a: rmsandoval@live.com

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